Las mujeres nos pasamos gran parte de nuestra vida fértil evitando embarazo. Tengamos claro desde edades jóvenes que queremos ser madres, o lo deseemos de más adultas, es algo que con frecuencia supeditamos a otras necesidades.
Luego ocurre que, si te decides a buscar embarazo, te das cuenta que sabes muy poco de tu yo fértil.
La fertilidad, como ocurre con otras facetas de la salud, ha sido delegada y, hoy por hoy, desconocemos cómo mejorarla de forma natural.
Puede que acabes de empezar tu proceso de búsqueda y, si tienes pareja heterosexual, pienses que con eliminar de la ecuación el método anticonceptivo es suficiente. Quizás seas homosexual o no tengas pareja y tu opción es ir a una clínica a conseguir tu embarazo. Pero, ¿es suficiente? La respuesta: un no rotundo.
Te pongo un ejemplo. Piensa que si quisieras correr una maratón ¿empezarías desde tu primer día de entreno con los 42 km? No ¿verdad? Entrenarías y prepararías tu cuerpo, ¿cierto?
Con la fertilidad pasa otro tanto de lo mismo ¿no crees?
